Restauración ecológica en la Reserva Natural Charco del Indio

Estrategia para salvaguardar un importante corredor biológico de los Andes centrales de Colombia

Autor: Carlos Andrés Salazar Salguero, Biólogo, Guía de aviturismo y Director de la Reserva Charco del Indio.

En el municipio de Villahermosa, departamento del Tolima, Colombia, se encuentra un importante corredor biológico que conecta los ecosistemas de Bosque Húmedo Tropical y Bosque de Páramo (900 – 4.500 metros sobre el nivel del mar). Se trata de la cuenca del río Azufrado, cuyas aguas nacen por derretimiento glacial del volcán Nevado del Ruiz y se unen río abajo con cientos de microcuencas, como la quebrada La Esmeralda. Esta quebrada se caracterizada por sus aguas cristalinas, históricamente frecuentadas por culturas ancestrales, decenas de cascadas, charcos y fragmentos aislados de bosque primario. La Esmeralda y sus bosques albergan una alta biodiversidad, que incluye gran número de especies endémicas de Colombia, varias amenazadas de extinción. La falta de conectividad entre los fragmentos de bosque pone en riesgo la funcionalidad de este importante corredor biológico.

Gran corredor biológico de la cuenca del río azufrado que conecta el ecosistema del bosque húmedo tropical con el ecosistema de páramo en Villahermosa, Tolima, Colombia. Foto: Carlos Andrés Salazar Salguero.

Es por ello que la ONG FUNCOMA (funcoma@outlook.com) gestionó la creación de una Reserva Natural de la Sociedad Civil llamada “Charco del Indio” sobre los 2.000 metros de altura. En un punto crítico del corredor biológico, recuperando 5 hectáreas de potreros mediante un proceso de Restauraron Ecológica que fue apoyado por la ONG SELVA, la alcaldía de Villahermosa y la empresa CELSIA. Durante varias jornadas de siembra se tuvo apoyo de la comunidad local y se lograron plantar más de 3 mil árboles de 33 especies nativas.

La Restauración de cinco hectáreas de potreros en una zona crítica del corredor biológico inició con las jornadas de siembra comunitaria en la Reserva Natural Charco del Indio. Foto: FUNCOMA.

Gracias a esta Reserva, muchas especies tienen un hogar y un corredor asegurado en su paso hacia otros ecosistemas. A través del programa de monitoreo de fauna de FUNCOMA, se ha demostrado el aumento de aves endémicas en Charco del Indio, muchas de las cuales son vulnerables a la extinción. Entre ellas están el Gorrión Montés de anteojos (Atlapetes flaviceps), el Colibrí cabecicastaño del Tolima (Anthocephala berlepshi), la Tangara crestada (Habia cristata) y la paloma Caminera del Tolima (Leptotila conoveri). También se registran especies que realizan grandes migraciones boreales, como la reinita cerúlea (Setophaga cerúlea); migrantes locales, como el loro orejiamarillo (Ognorhynchus icterotis), que es también vulnerable a la extinción; y el pato de torrente (Merganetta armata), que depende de la buena calidad del agua para encontrar su alimento.

En anfibios, la reserva alberga la rana de cristal (Centrolene antioquiense)y la salamandra marrón (Bolitoglossa ramosi), ambas endémicas de la cordillera Central de Colombia. La reserva Charco del Indio también permite brindar servicios de calidad en turismo de naturaleza y de aventura. Cuenta con senderos temáticos, estaciones de monitoreo de fauna, etiquetas botánicas, extrañas formaciones rocosas, asentamientos indígenas, murales, puntos escondidos para fotografiar animales en su cotidianidad, restaurante, servicios de aviturismo y guía de naturaleza. De este modo, Charco del Indio se proyecta como un centro que fomenta la conservación y conciencia ambiental, la investigación y la historia precolombina, además de contribuir al desarrollo turístico sostenible y cultural del norte del Tolima, Colombia.

En la Reserva Charco del Indio también se realizan jornadas de educación ambiental con los estudiantes de los colegios de Villahermosa, Tolima. Foto: FUNCOM

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