Restaurando y aprendiendo: seis meses como Restoration Steward
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Los restauradores de ecosistemas nos enfrentamos a los desafíos del tiempo y las limitaciones de dinero para alcanzar nuestro objetivo. En la actualidad, lastimosamente, la mayoría de los proyectos de restauración cuentan con financiación para solo uno o dos años. Son escasos los que tienen presupuesto y un plan de actividades para una década o más, lo que dificulta hacerlos sostenibles en el tiempo.
Con el programa Restoration Stewards pudimos dar continuidad a nuestro proyecto en el norte del departamento del Tolima, Colombia. Este tiene como objetivo mejorar el hábitat de dos aves endémicas que están en peligro de extinción: el atlapetes de anteojos (Atlapetes flaviceps) y la caminera tolimense (Leptotila conoveri).
¿Cómo hemos avanzado nuestro proyecto en el 2022?
Este año, regresamos a los lugares donde con mucho esfuerzo, plantamos árboles entre el 2020 y el 2021. ¡Alegra ver cómo están creciendo!
Sin embargo, restaurar un ecosistema va más allá de plantar árboles. Una de las actividades claves realizadas este año ha sido monitorear y mantener las plantaciones. Entre otros, deshierbamos terreno, plateamos más de 3.000 árboles y replantamos más de 1.000 en áreas donde se habían perdido.
Como la restauración es un proceso de constante aprendizaje, descubrimos que para proteger y aislar del ganado un área se necesita más que una cerca. También, que los beneficios económicos o incentivos ayudan a proteger las áreas restauradas.
Por ejemplo, el productor de una de las fincas del proyecto arrendó su tierra para ganadería y con ello se perdieron 2.000 árboles que habíamos plantado un año atrás. Afortunadamente, llegamos a un acuerdo, se replantaron los árboles y se repararon las cercas que habían sido cortadas.
Aunque al principio me frustró esta situación, entendí que hace parte del proceso y que debemos brindar más opciones y beneficios a los productores para garantizar que lo que plantamos permanecerá con el paso de los años.
Por otro lado, hay situaciones que se salen de nuestras manos. Un derrumbe en un área de plantación causó la pérdida de más de 500 árboles. Al reflexionar, encontramos que nuestra falla pudo ser plantar árboles en una pendiente con riesgo de erosión. Hoy sabemos que en esta área se podrían aplicar técnicas de bioingeniería para, antes de sembrar, asegurar la estabilización del terreno.
Otra de nuestras actividades en 2022 ha sido evaluar el crecimiento de los árboles. Para ello, usamos el protocolo propuesto por el Pacto pela Resturaçao da Mata Atlântica (Pacto para la restauración del bosque atlántico), ampliamente utilizado en proyectos de restauración forestal en Brasil y toda Latinoamérica. En una próxima entrega de este blog, compartiremos los resultados del monitoreo.
En estos primeros seis meses del año, también colaboramos en el proceso de declaración de reservas naturales de la sociedad civil. Ocho fincas del proyecto están llevando a cabo este trámite ante la entidad de Parques Nacionales Naturales de Colombia. Tras esta experiencia, sabemos que declarar una Reserva requiere paciencia, pues es un proceso lento.
Estamos muy agradecidos con la oportunidad de hacer parte del programa Restoration Stewards y de continuar mejorando el hábitat en las montañas del norte del Tolima.