Restaurar ecosistemas a través del poder comunitario
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El legado de nuestros ancestros y de los pueblos originarios es trabajar en comunidad, practicar el ayni o vivir en reciprocidad.
Como el Tayta Joel Herencia lo definía: no soy yo, somos; esto refleja la esencia de “comunidad”, en donde cada quien tiene un don y entre todos nos complementamos.
Sumak Kawsay también lleva este mensaje del buen vivir, de existir en armonía con la naturaleza, respetando los ciclos de nuestra madre tierra, la Pachamama, y a los seres que la habitan. Entre ellos, las abejas nativas, un claro ejemplo de organización, trabajo, disciplina y dulzura.
En meses pasados, hemos reforestado algunas zonas del proyecto con la comunidad. Gracias al fondo de restauración que ganamos gracias al apoyo del programa Restoration Stewards, de la iniciativa Jóvenes por los paisajes (YIL) y el Foro Global de Paisajes, adquirimos más bandejas para preparar almácigos y otras herramientas para nuestro vivero, que ya cuenta con capacidad para más de 1500 plantines. Así, en los próximos meses, involucraremos a más miembros de la comunidad para continuar reforestando, juntos.
Recibimos un reconocimiento del presidente de la comunidad campesina San Francisco de Asís por contribuir a la conservación de las abejas nativas y otros polinizadores a través de la restauración de ecosistemas. Esto nos motiva a avanzar en nuestro trabajo, conservar los bosques y la agrobiodiversidad, impactando de manera positiva a nuestra comunidad.
Estamos logrando recuperar nuestros ecosistemas, nuestra biodiversidad, y esto me hace inmensamente feliz. Siempre soñé con un bosque en el que todos los seres son respetados, sin importar su tamaño ¡y se está haciendo realidad! Agradezco poder contribuir a que esto suceda y agradezco también a quienes creen en el propósito de Sumak Kawsay y se han sumado al proyecto para construir un mundo más consciente, saludable y sostenible.
Uno de nuestros más grandes desafíos es concientizar sobre la importancia de las abejas y otros polinizadores para la conservación de los bosques y la producción de alimentos. Afortunadamente, cada logro que hemos obtenido nos ha permitido fortalecer los lazos con la comunidad y seguir trabajando en conjunto. Esperamos que, con el tiempo, esta consciencia cruce fronteras y podamos trabajar con más comunidades.
En las asambleas comunitarias, hemos compartido el trabajo de Sumak Kawsay y el proyecto de restauración apoyado por YIL y el GLF. También hemos realizado talleres sobre la importancia de los polinizadores, en los que han participado miembros del caserío El higuerón y más de 14 personas de otros tres caseríos, quienes harán parte del proyecto para restaurar más áreas en los próximos meses.
¡Continuamos trabajando en comunidad por la conservación de los polinizadores y los bosques!