La Educación Ambiental como herramienta en la restauración ecológica
Language(s)
En el mundo actual, la relevancia del “saber” sobre problemas ambientales, radica en que es la base de la concientización y la puesta en acción. Quienes tienen el conocimiento necesario, dispondrán de criterios y herramientas para tomar las decisiones más adecuadas en materia ambiental y se involucrarán en la resolución de problemas. Es crucial la implementación de la educación ambiental desde temprana edad, para que los seres humanos ya desde pequeños, seamos conscientes de la importancia que supone el cuidado y la protección de nuestro planeta.
El equipo de Reserva Natural Monte Alegre cuenta con el apoyo técnico de Ana Lund Petersen, ingeniera agrónoma, restauradora y especialista en educación ambiental. Ella es quien desarrollará el “Proyecto Escuela de RNMA”, el cual propondrá los objetivos y actividades a realizarse a partir de 2022 con niños y docentes de escuelas pertenecientes a ciudades vecinas a la reserva.
Ana compartió algunas palabras sobre su sentir en la tarea de restauración y cuáles son sus pensamientos sobre el camino de la educación ambiental:
“Los paisajes están modificados, donde había largas extensiones de bosque en redes de vida complejas interactuando en armonía, hoy hay campos de cultivos extensivos, que se llevan en cada cosecha los restos de vida que le quedan a la tierra. Donde había bosque se hicieron casas y se plantaron árboles extraños, que nos remitían a los países lejanos de donde venían los ancestros europeos. Se borraron con el hacha las raíces de los pueblos que habitaban las llanuras cubiertas de Espinal.
Hoy, después de más de 100 años de desmontes y agricultura, nos está contando la tierra que con estas modificaciones que le impusimos al paisaje, no nos va a poder seguir sosteniéndonos por mucho tiempo más. Estamos entendiendo que la vida se sustenta a sí misma, es decir, que se necesita vida para que haya vida. La biodiversidad originaria de cada espacio es esencial para el sostenimiento de la vida en la tierra. Entonces ¿qué hacemos con el Espinal que quitamos? Ya no recordamos como se vivía en esta tierra, ya no sabemos convivir con las espinas, ni con los pumas, ni los guanacos. Ya nos olvidamos de cómo se veían los venados de las pampas pastando en los parches de pastizal. Miles de niños crecieron y crecen hoy pensando que los pinares de las sierras eran el bosque ideal y que en las llanuras no hay monte.
Hoy, entendemos que necesitamos la biodiversidad, que vuelvan las especies de antaño a vivir en la llanura, a elaborar sus redes que sostienen la vida; esta vida de la que somos parte y que si desaparece, nos hará perecer a nosotros también.
Hoy, restauramos. Hacemos restauración ecológica, que según su definición, es el proceso de asistir la recuperación de un ecosistema que ha sido degradado, dañado o destruido. Pero sin el apoyo de las comunidades, todos los esfuerzos de la ciencia y el manejo pueden ser impracticables. En ese lugar es donde la educación ambiental bien intencionada y dirigida, toma un rol imprescindible.
Tareas de reconexión con la naturaleza desde el sentir, nos llevan a querer entender un poco más el medio en el que vivimos. Una vez que entendemos, inevitablemente, queremos actuar para mejorar las condiciones de vida.«